Frenillo, qué es y su importancia en la salud dental: conceptos clave que debes conocer

Introducción

El frenillo es una estructura pequeña pero con un papel fundamental en la salud bucodental. Aunque a menudo pasa desapercibido, su tamaño, ubicación y tensión pueden influir en la estética, la función masticatoria, el habla y la salud periodontal. En este artículo exhaustivo exploraremos qué es el frenillo, por qué importa, cómo identificar problemas relacionados con él y qué opciones existen para tratarlos. Encontrarás ejemplos prácticos, listas claras y explicaciones diseñadas para que puedas tomar decisiones informadas junto a tu dentista.

¿Qué es el frenillo y dónde se encuentra?

El término frenillo se refiere a pliegues de tejido mucoso y fibras musculares que conectan diversas partes de la cavidad oral. Los más habituales son:

  • Frenillo labial superior: une la encía superior con el labio.
  • Frenillo labial inferior: conecta la encía inferior con el labio.
  • Frenillo lingual (o delgado): fija la lengua al piso de la boca.

En el lenguaje cotidiano se usa la palabra frenillo, frenillo de la boca o frenillo labial superior según la localización. Aunque su presencia suele ser normal, cuando el frenillo es excesivamente corto, grueso o se inserta en una posición anómala puede causar complicaciones.

Anatomía funcional en pocas palabras

Su función principal es limitar o guiar la movilidad de los tejidos, evitando movimientos excesivos que puedan dañar la cavidad oral. Sin embargo, cuando esa limitación es excesiva, hablamos de anquiloglosia (frenillo lingual corto) o de frenillos labiales que provocan diastemas (espacios entre dientes) o dificultades en el cepillado.

¿Por qué es importante el frenillo en la salud dental?

El frenillo tiene implicaciones directas en:

  1. La salud periodontal: un frenillo que tira de la encía puede favorecer recesiones y acumulación de placa si dificulta el cepillado.
  2. La estética dental: los frenillos labiales superiores pueden causar diastemas, especialmente entre los incisivos centrales.
  3. La función oral: el frenillo lingual puede limitar la movilidad de la lengua, afectando la succión en bebés, la deglución y la pronunciación.
  4. Ortodoncia: un frenillo problemático puede condicionar movimientos dentarios o contribuir a la recidiva después de un tratamiento ortodóntico.

En definitiva, el frenillo puede ser un factor clave en problemas aparentemente no relacionados: desde la dificultad para amamantar hasta alteraciones del habla o recesiones gingivales.

Señales y síntomas que deben alertarte

A continuación te detallo síntomas prácticos para identificar si un frenillo puede estar causando problemas:

  • En bebés: dificultad para prenderse al pecho, dolor materno durante la lactancia, pérdida de peso o colapsos de succión.
  • En niños y adultos: diastema persistente entre los dos incisivos superiores, molestias al estirar el labio, recesión gingival cercana al frenillo, limitación de la lengua al hablar.
  • En tratamientos dentales: imposibilidad de lograr resultados estéticos o estabilidad ortodóntica por la intervención del frenillo.

Si observas alguno de estos signos es recomendable una valoración clínica por tu odontólogo o un especialista en cirugía oral y maxilofacial.

Tipos de problemas asociados al frenillo

Para entender mejor cómo actúa el frenillo en la boca, conviene distinguir los problemas más frecuentes:

1. Frenillo corto (anquiloglosia)

La anquiloglosia o frenillo lingual corto limita la elevación y protrusión de la lengua. En la infancia puede afectar la lactancia y, más adelante, la articulación de ciertos fonemas.

2. Frenillo labial superior con inserción baja

Este tipo puede crear un diastema y empujar los incisivos, o bien impedir una correcta higiene y favorecer inflamación.

3. Frenillo que causa recesión gingival

Cuando el frenillo labial tira de la encía marginal, con el tiempo puede generar zonas de encía retraída expuestas a sensibilidad y riesgo de progresión periodontal.

Diagnóstico: ¿cómo se identifica?

El diagnóstico se basa en:

  • Exploración clínica: observación directa de la forma, tamaño y punto de inserción del frenillo.
  • Pruebas funcionales: evaluación de la movilidad lingual, succión en lactantes y pruebas de pronunciación en niños y adultos.
  • Documentación fotográfica: imágenes intraorales que ayudan a planificar el tratamiento y medir cambios.

Tu dentista puede emplear una escala o clasificación para determinar la gravedad y la necesidad de intervención.

Opciones de tratamiento: cuándo y cómo intervenir

No todos los frenillos requieren tratamiento. La decisión depende de la sintomatología y de su repercusión funcional o estética. Aquí tienes las opciones y ejemplos de cuándo están indicadas:

Conservative measures (cuidados iniciales)

En casos leves puede recomendarse:

  • Observación y seguimiento en periodos cortos.
  • Técnicas de higiene específicas para evitar recesiones.
  • Terapia miofuncional para potenciar la movilidad lingual en casos de límite funcional.

Procedimientos quirúrgicos

Cuando la función o estética están comprometidas, las opciones principales son:

  • Frenotomía: corte simple del frenillo, utilizada con frecuencia en lactantes para liberar la succión. Intervención rápida con recuperación inmediata en muchas ocasiones.
  • Frenectomía: extirpación más completa y técnica indicada cuando el frenillo es voluminoso o está insertado en la encía. Suele realizarse con anestesia local y, en algunos casos, con láser.
  • Cirugía con desplazamiento mucogingival: en aquellos casos de recesión gingival asociada, puede ser necesario combinar la eliminación del frenillo con técnicas de injerto para mejorar el tejido.

Ejemplo práctico: un niño con diastema y frenillo alto puede beneficiarse de una frenectomía combinada con terapia ortodóntica para cerrar el espacio y prevenir recidivas.

Recuperación y cuidados postoperatorios

Los cuidados dependen del procedimiento. En términos generales:

  • Higiene suave y enjuagues prescritos por el profesional.
  • Alimentación blanda durante los primeros días tras la intervención.
  • Evitar movimientos forzados del labio o la lengua que puedan tensar la zona.
  • Revisión clínica en unos días para comprobar la cicatrización.

Si has pasado por una cirugía periodontal relacionada con el frenillo, o por un injerto, te puede interesar leer pautas prácticas para acelerar la recuperación. Para más información práctica y recomendaciones específicas sobre cuidados tras procedimientos periodontales consulta este recurso interno: injerto de encia a los 5 dias.

Implicaciones en la lactancia y el habla: casos y ejemplos

El frenillo corto en bebés es una causa frecuente de problemas al amamantar. Aquí tienes dos ejemplos reales simplificados para entender mejor:

Ejemplo A: Lactancia dificultosa

María, madre primeriza, notó que su bebé se soltaba frecuentemente y no ganaba peso correctamente. Tras la exploración, el pediatra y el odontólogo detectaron un frenillo lingual que limitaba la succión. Se realizó una frenotomía y, después de una semana, las tomas mejoraron notablemente.

Ejemplo B: Dificultades en el habla

Pedro, 6 años, pronunciaba mal algunos fonemas (s, r). El logopeda detectó una limitación lingual y derivó a un odontólogo. Tras una evaluación conjunta se planteó una intervención y terapia miofuncional con resultados favorables a los pocos meses.

Relación entre frenillo y ortodoncia

En ortodoncia, el frenillo labial puede condicionar la estabilidad del resultado. Es habitual coordinar la frenectomía con el tratamiento ortodóntico cuando:

  • Existe un diastema central que no se cierra o recurre tras retirar el aparato.
  • El frenillo impide la correcta erupción o alineación de los incisivos.

Planificar la intervención en el momento adecuado —ni muy temprana ni demasiado tardía— maximiza la eficacia y reduce riesgos de recidiva.

Preguntas frecuentes (FAQ) con respuestas prácticas

¿Es doloroso eliminar el frenillo?

Con anestesia local la intervención es bien tolerada. En bebés la frenotomía suele ser un gesto breve y apenas doloroso. Posteriormente puede aparecer molestia leve controlable con analgésicos indicados por el profesional.

¿Se me notará la cicatriz?

En la mayoría de los casos la cicatrización es discreta y el objetivo es mejorar la función y la estética. Técnicas con láser tienden a dejar menos edema y una recuperación más rápida.

¿Volverá a salir el frenillo?

Con una técnica adecuada y un seguimiento correcto, la recidiva es poco frecuente. En algunos casos puntuales puede requerirse un retoque.

Consejos prácticos antes y después de la consulta

  • Antes: anota síntomas, toma fotografías si es posible, y lleva historial dental o fotos previas.
  • Durante: plantea tus dudas sobre indicaciones, riesgos y alternativas; pide ver fotografías de casos similares.
  • Después: sigue las instrucciones de higiene y acude a las revisiones programadas; si notas sangrado persistente o dolor intenso consulta cuanto antes.

Resumen práctico: cómo actuar según el problema

Para facilitar la toma de decisiones, aquí tienes una guía rápida:

  • Problema leve sin síntomas: observación y seguimiento.
  • Problema funcional (lactancia, habla): valoración y probablemente intervención temprana.
  • Problema estético o ortodóntico: coordinación entre ortodoncista y cirujano para planificar la frenectomía en el momento óptimo.

Actuar de forma informada y coordinada con el equipo dental garantiza mejores resultados y menos intervenciones a futuro.

Conclusión

El frenillo, ya sea el frenillo labial superior o el lingual, es una pieza pequeña con grandes implicaciones. Identificar a tiempo cuándo es un factor de riesgo y elegir la estrategia adecuada —desde la observación hasta la frenectomía— evita problemas funcionales, estéticos y periodontales. Si detectas síntomas en tu hijo o en ti mismo, consulta con un profesional que valore el caso de forma global.

¿Tienes dudas sobre un caso concreto o necesitas orientación personalizada? Acércate a tu clínica de confianza para una evaluación completa y recuerda que una intervención oportuna puede mejorar la calidad de vida y la salud oral.

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